España no se merecería a ninguno de los dos candidatos a Presidentes de Gobierno que ayer se enfrentaron en una pelea bochornosa que no conduce al futuro, sino al infierno. ¿Mentir o decir que mientes con vehemencia violenta es lo que queda para resolver los problemas? ¿Y tú más?
Ni Sánchez supo estar a la altura de alguien que aspira a ser una figura europea de la gestión y la política, ni Feijóo supo apartarse de VOX sino más bien, quiso acercarse con su tipo de bronca, de intervención. Mal ambos.
Salieron ganando SUMAR y VOX, que al menos tienen de entrada el camino abierto para demostrar cualquiera de las dos formaciones que son algo distinto, más claro, menos embarrado, menos incapaces que se dedican a mentirse tácticamente con explicaciones que no pueden convencer a nadie que esté pegado al televisor.
Si convertimos la política en bronca permanente, sube la abstención. Quien es fijo a un tipo de voto, le importa muy poco un Debate de estas características. Y a este tipo de ciudadano, la mayoría, le puede gustar los puñetazos al hígado por lo que tiene de espectáculo.
Pero no sirve para nada un Debate que era "La Ocasión" de marcar distancias. El cuerpo a cuerpo en el boxeo o en el fútbol, resulta aburrido.
¿Y los moderadores? ¿Pero… había moderadores? Quisieron montar precisamente el espectáculo que vimos. Y les salió bien, aunque su decisión de la estética y distribución de espacios y personas a mi me pareció un error. Todo se montó para que los gallos cayeran en la trampa. Y cayeron.
