Beber agua sin esperar a tener sed, sobre todo en niños y personas mayores
Evitar consumir bebidas alcohólicas: el alcohol deshidrata más
Evitar comidas calientes y pesadas, mejor ensaladas o comidas frescas
Usar ropa ligera, de colores claros y de algodón
Si estás en la calle, usa sombrero o gorra y gafas de sol.
Aplicarse la protección solar 30 minutos antes de salir de casa, si vas a caminar por zonas con sol directo.
No realizar actividades que exijan esfuerzo físico importante cuando está haciendo mucho calor. Y si hay que caminar, ir por las zonas de sombra.
Planear las actividades por las horas primeras de la mañana o en el atardecer cuando las temperaturas ya no son tan altas.
No dejar bajo ningún motivo a niños, ancianos o animales en coches con las ventanas cerradas.
Durante el día, mantener las ventanas y persianas cerradas para proteger la vivienda del calor directo del sol.
Aprovechar para ventilar la casa por la noche, cuando las temperaturas han descendido, a partir de las 5 de la mañana.
El uso de ventiladores por la noche puede aliviar los efectos del calor pero no implica un descenso de la temperatura. Para ello puede ser necesario, en su caso extremo, la utilización de aparatos de refrigeración programados durante un tiempo.