21.7.23

Ahora sacamos el Neocomunismo. Qué poco trabajo tienen

Es curioso que el señor que ponía los pies sobre la mesa del Presidente del Mundo, en aquella reunión entre Aznar y Bush en donde se repartía el mundo a base de crear guerras con equivocaciones (uff) diga ahora que Yolanda Díaz es NeoComunista, y lo diga como un insulto.


Igual hay que empezar a explicar lo que significa Neo cuando se añade a cualquier palabra. Neo significa Nuevo. Y a continuación igual hay que definir qué era el comunismo viejo, el comunismo de aquellos años en los que entre los comunistas italianos, franceses, griegos y españoles del siglo XX crearon el eurocomunismo, para terminar imaginando que lo malo de los NEO no es lo que viene como nombre a continuación, sino en los que cambian de las viejas ideas para que sean totalmente distintas.

Un comunismo nuevo no tiene que ser un comunismo que se parezca mucho o poco al comunismo viejo. De hecho un Catolicismo NEO no se parece en nada a un Cristianismo (de donde proviene) que creó Jesucristo.

Por ejemplo El Yunque, conocida también en España como Organización del Bien Común, es el nombre de una organización paramilitar secreta y ultracatólica que dice que su misión es poner el Reino de Cristo en la Tierra. 

No tiene nada que ver con el Cristianismo viejo, el de Cristo. Si hay dudas de por qué saco El Yunque en estas líneas, pues eso, os lo podéis imaginar. Si hay dudas de su ideología, buscarla en Wikipedia.

Que Podemos o Sumar reciban el título de Neocomunistas por parte de gente del Opus es un detalle que sin un debate serio no tiene mucho sentido. A la sociedad hay que explicarle mucho más los temas…, si queremos no engañarlos.

El comunismo suave de Pepe Mújica no tiene nada que ver con el comunismo viejo de Rusia. Los comunistas franceses, italianos o españoles ya declararon hace varias décadas que no tenían nada que ver con el comunismo de la URSS. 

Tampoco el socialismo actual sigue las líneas teóricas del socialismo de hace un par de siglos, cuando el comunismo y el socialismo estaban muy cerca y se intercambiaban los nombres.

El mundo de principios del siglo XIX no tiene nada que ver con el mundo del siglo XXI. Y las ideas, las ideologías, las economías nunca pueden ser iguales, pues todo ha evolucionado tanto en estos más de dos siglos, pero tanto de tanto, que lo de menos es el nombre como insulto que le pongamos a lo que hay ahora.

Ser comunista no es tener rabo rojo y peludo por detrás, no es regalar caramelos envenenados a los niños, no es odiar a las religiones, no es repartir lo de todos a todos. 

Yo no seré comunista, pero me fastidia que se intente engañar con nombres manipuladores a la sociedad. Lo malo no nos los nombres sino las decisiones y los hechos.