Los jóvenes actuales votan poco. El domingo como Apoderado de varios Colegios los vi acudir a votar en menor número que en otras ocasiones. Un conocido mío de otro partido me advirtió: —Casi mejor así.
Un claro error de estrategia del viejo militante y de los jóvenes. Todos nos vamos equivocando a costa de la desafección, del abandono, del aburrimiento. Esto no es bueno, pero decirlo es de pesimistas y no quiero.
Ganaron los que quisieron los ciudadanos que acudieron a votar… que ganaran. Eso es maravilloso. Aunque los míos, todos, perdieran. Y sé por qué lo digo.
Ajovín