Conformados los ayuntamientos en España tras las elecciones del 28M quedan claras algunas cosas algo oscuras por cómo de torpeza pueden resultar de cara al futuro.
Por una parte hay un cambio de Ciclo que es lógico. Había que escuchar la calle para detectar que un gran número de personas estaban muy cabreadas, posiblemente sin motivo real, pero muy convencidas de que tenían toda la razón. Un gran trabajo de comunicación que nadie deseará reconocer.
Por otra parte la izquierda había ido sumando errores absurdos que tampoco nadie quiere reconocer, y que han llevado a este punto. En política no se trata de alcanzar el cielo, sino de acercarte y saber poner cimientos lentamente para que se asiente la posición alcanzada. Quien crea que en política de cualquier tipo, una vez subido un peldaño es ya para siempre, es que no ha leído ni la historia ni los clásicos.
Sin VOX no puede gobernar el PP y esto no lo sabe gestionar el propio PP. Disimulan, no quieren meter miedo, es lógico esto, pues el mes de julio está a la vuelta del calendario, pero tanto VOX como el PP se juegan fu futuro y hay que saber jugar bien al ajedrez. Ambos. Y los resultados los disfrutará o los sufrirá España.
En las Elecciones del 23J se juegan mucho los cuatro partidos. PP, PSOE, SUMAR y VOX. Y por ello se juega mucho la propia España. Hay multitud de opciones, algunas se están quemando en estas semanas de junio, y será muy complicado que no nos veamos llamados otra vez a las urnas en el mes de septiembre.
Ahora ya no se trata de torpezas infantiles, pues todos han visto las cartas antes de mezclar para julio, saben qué sucede en muchas de las variables que tenemos encima de la mesa. Y las han visto los de ERC y los de la antigua CIU o PDdCAT. Incluso los de Bildu. Y los de Teruel Existe, los canarios o los de SUMAR. Y ya saben desde el PP qué quiere hacer VOX en cuanto se haga mayor.
Encajar todo esto es complicado, sobre todo porque no se trata de encajarlos en los despachos sino en los marcos mentales de la sociedad española.
Es cierto que los casi 23 millones de votos del 28M disimulan las aristas de la sociedad, pero los casi 600.000 abstencionistas de más, y los 220.000 votos de más que fueron nulos o en blanco, señalan un cansancio a los establecido hasta ahora.
Ojo pues esos más de 800.000 votos que desde el 2019 al 2023 decidieron no votar a nadie, son muchos si deciden cambiar de opinión. Y no sabemos bien hacia dónde podrían pasar desde la nulidad al voto real.
Ajovín