Viñeta de Máximo para El País del año 1982, cuando en España se pedía la abolición de la pena de muerte en nuestra Justicia, incluida la militar.
Hasta noviembre de 1995 no se logró que el Congreso de los Diputados suprimiera la pena de muerte en tiempos de guerra dentro de la Justicia Militar, que vino a completar la abolición en la Justicia Civil y a convertirla en absoluta.
Resulta increíble que la Constitución de 1978 no rectificara entonces todos los supuestos, o facilitara la supresión inmediata.
En el año 1995 y después de campañas y reivindicaciones de organizaciones sociales e iniciativas individuales, se abolió finalmente también la pena de muerte de la legislación militar bajo el Gobierno socialista de Felipe González, con el acuerdo unánime de todos los partidos en el Parlamento.
Desde aquel feliz día España se convirtió en el país número 55 en decretar la eliminación de la pena de muerte de su ordenamiento jurídico y amplió así el respeto por el derecho a la vida.
El Código Penal Militar contemplaba la pena de muerte en casos de traición, rebelión militar, espionaje, sabotaje o crímenes de guerra.