Ahora hablamos mucho sobre todo en los medios de comunicación del auto empoderamiento de las mujeres sobre los hombres o sobre sus parejas. Es lógico. Pero si se nombra tanto es por que no existe en plenitud la necesidad ya resuelta de tener Poder sobre lo que uno mismo representa en la vida.
Y ese empoderamiento es muy necesario para sentirnos felices, para vivir en paz y sobre todo en plenitud con nosotros mismos.
Nunca deberíamos quejarnos del Poder que ejercen “otros” sobre cualquier actividad o modelo de vida, si antes no somos capaces de admitir que somos capaces de controlar nuestra propia vida, que somos capaces de tener Poder sobre nosotros mismos.
El empoderamiento es la confianza en nosotros, el amarnos nosotros de nosotros y ser capaces de podernos defender bien ante los demás.
Pero cuidado, no puede ser nunca un ejercicio agrio, violento, áspero hacia los demás. Debería ser algo básico y lógico. El empoderamiento no debe herir sensibilidades de los “otros” excepto que se lo merezcan; sino afianzar nuestras propias sensibilidades con nosotros mismos.
En realidad solo nos tenemos a nosotros mismos en esa Primera Línea de actuación. Todos los demás forman parte del resto de líneas o círculos que nos van abrazando o zancadilleando, depende de su posición o de sus influencias sobre nosotros.
Somos pues los primeros en la Línea de Vida, y solo nos tenemos a nosotros. Todo lo que hagamos nosotros, sea bueno, mejor o malo, es responsabilidad nuestra. Nos guste o no, apreciemos que los condicionantes nos han influido. En realidad las decisiones finales son nuestras y salen de nuestro propio Poder sobre nosotros.
Admitamos pues que sí tenemos poder, todos, al menos poder sobre nosotros mismos. Aunque muchos no lo sepamos utilizar bien. Y debemos aceptar que resulta complicado criticar el uso del Poder de los demás, si de entrada no somos nosotros capaces de gestionar el nuestro sobre nosotros.
Cuando nos entran dudas de ese empoderamiento estamos en realidad aceptando que gobernar el Poder es más complicado de lo que parece. Tener Poder no supone hacer lo que a uno le viene en gana. No lo podemos o sabemos hacer ni con nosotros mismos. Tener Poder es sencillo, saber utilizarla es mucho más complicado y se necesitan normas y prácticas para hacerlo bien.
Una de las primeras decisiones con el poder es marcarle una meta. ¿Hacia dónde queremos ir, hasta dónde queremos ir en el uso de ese poder? Y si hablamos de auto empoderamiento esto es todavía mucho más complejo pues los errores los pagas en tus propias carnes. Aunque los éxitos también.
No es necesario ser vulnerable para tener que ejercer el empoderamiento. Debe ser algo básico en todos nosotros. Hay elementos sobre los que tenemos que obedecer, por varios motivos además. Incluido el de por nuestro propio beneficio. Pero hay otros elementos de nuestras vidas sobre los que no tenemos que mostrar acatamiento y sobre los que debemos imponer nuestras razones. Eso es el empoderamiento básico y totalmente necesario.
El empoderamiento individual, el que hemos llamado auto empoderamiento o fortalecimiento de los medios personales y profesionales, es el que nos debe servir para un mejor uso de las capacidades, las energías y el potencial nuestro. Y lo tenemos que practicar o en caso de no saberlo hacer al completo, debemos aprender con un profesional a ejercitarlo
El auto empoderamiento significa convertirse en gestores de nuestra propia vida y trabajo, significa saber cómo ser innovador y generador, cómo movilizar lo mejor para nuestra forma de vida elegida y para nuestro crecimiento.
El empoderamiento supone un poder real dentro todos nosotros que actúa sobre nuestro sentido de bienestar y de autoeficacia, un poder que tiene que ver con todas variables vitales, tales como la motivación, la confianza en nosotros mismos, la energía psíquica que sabemos utilizar en positivo, la tendencia al control interno frente al control ejercido desde fuera, desde el Poder de otros contra el nuestro.
Debemos ampliar nuestras propias habilidades vitales para controlar lo que nos afecta en la vida, los problemas, las inevitables dudas y zancadillas que iremos sufriendo. Pero además debemos acompañar estas habilidades vitales y básicas de habilidades sociales para no ser ásperos en la defensa de nuestro poder de defensa. Y ser una persona con un auto control inteligente que sepa cuando hay que frenar o cuando acelerar en todos los aspectos de la vida y de las relaciones con los demás.
Si esto suena complejo, debemos recordar que es lo que hacen habitualmente los que saben controlar los procesos de Poder personal, que son casi todos los humanos. Incluso parte de estos conceptos existen también en el comportamiento animal.
Vivir en grupo, pero saberse defender individualmente. Pues a los débiles de cada manada son a los primeros que atacan y se comen las fieras que los persiguen al galope. Y si nos fijamos en el comportamiento animal, a los débiles cuando hay que huir del enemigo, no les ayuda nadie de la manada.
A veces no se trata de correr más rápido o ser más inteligente que el que ataca, sino tener el poder de serlo más que el más débil de tu propia manada.
A nivel individual y personal, el empoderamiento es la capacidad de las personas de sentirse responsables y protagonistas de sus propias vidas, en términos de expansión del yo y de su responsabilidad. La capacidad de mandarse a sí mismos y de obedecerse para poder crecer.
A un nivel de organización es la oportunidad para que la empresa sea más eficaz en su funcionamiento y asuma retos innovadores. En ambos casos, sin embargo, se parte de una situación actual para mejorarla, potenciarla, bajo el supuesto de que todos tienen los recursos que se pueden desarrollar.
Empoderamiento significa movilizar a la gente para crecer como personas y como profesionales realizados en su trabajo, para el éxito individual y de la organización a la que pertenecen, mediante el compromiso y la pasión.
Para aprender, a veces, tienes que pelear contra ti, para ganarte y aprender.
El ajedrez es una excelente escuela de Poder, en donde se aprenden todo tipo de procesos defensivos, atacantes, disuasorios, y en donde lo básico es creer siempre que puedes ganar con la mayor de las suavidades posibles.
