En los primeros años de la democracia en España, incluso en los últimos años de la dictadura, proliferaron revistas eróticas por los quioscos dando la sensación de que tener libertad era poder publicar chistes y humor erótico, verde o incluso claramente pornográfico.
Aquello que se denominó "El Destape" no era mas que una manera de disfrazar la realidad de la falta de libertad, y aunque hubo intentos muy dignos y válidos, otros en cambio convirtieron las tiendas de revistas en espacios de publicaciones de desnudos que no aportaban casi nada y que desaparecieron antes de que internet haya modificado todo el trato con la pornografía.
Revistas como El Papus, Lib, Bocaccio, Hembras, Private o Mata Ratos fueron poco a poco languideciendo por cansancio tal vez, por saturación, por exceso de oferta, y por la entrada de otras revistas que jugaban ya directamente a la pornografía ilustrada e impresa.