Con la llegada de la democracia en los años 70 se empezó a trabajar en Aragón por la recuperación de muchos elementos culturales y tradicionales que habían estado bastante olvidados, pues el pensamiento se intentaba que fuera único, uniforme, igual para todos los de abajo.
Y el deporte tradicional fue relegado durante décadas a un localismo excesivo, a quedar encerrado en las zonas rurales, pero la realidad es que la inmigración era muy alta, miles de familias se habían tenido que ir desde sus pueblos a las ciudades, siempre por motivos económicos, y deseaban seguir practicando esos deportes tradicionales en sus nuevas localidades.
Surge pues en Aragón la necesidad de recuperar y cuidar los deportes populares regionales como los llamábamos también, y un poco a semejanza de lo que existía desde siempre en el País Vasco o Navarra.
Y los jóvenes de aquellos años, agrupados en organizaciones juveniles, deportivas y aragonesas, empezaron a trabajar por recuperar demostraciones de esos deportes históricos.
Esta pegatina de finales de los años 70 y principio de los 80 nos recuerda esos trabajos de recuperación.