Ya sabemos que el futuro que viene son las técnicas de uso del ADN para fabricar (lo digo bien, creo) fabricar lo que nos plaza, lo que vayamos necesitando. Es cuestión de siglos. O solo de décadas.
Hoy nos avisan de que de un colgante prehistórico hecho con el diente de un ciervo, utilizado y tallado por unos ancestros búlgaros y rusos hace unos 25.000 años, se ha podido extraer el ADN por métodos de lavado de la pieza con productos como el fosfato sódico que no destruye ni el ADN ni el objeto.
No saben si el sudor de la mujer que portaba el adorno, o al ser tocado con las manos o con la boca, pero el caso es que dejó impregnado de su ADN dicho adorno.
Crear vida a partir del ADN antiguo todavía es un proyecto de ciencia ficción, o eso creemos, pero vamos en el buen camino. O en el malo. Ya sabemos que con pocas células de dos hombres se puede crear vida, avanzamos en las opciones de modificar ADN como si fuera una contabilidad de letras y números. Crear ADN artificial a base de tener los datos.
Lo de la Inteligencia Artificial puede ser una broma comparado con la opción de poder fabricar vida de manera artificial, y no, lo grave no sería crear seres humanos, lo tremendo sería poder crear seres NO humanos pero que funcionaran como nosotros como sociedad necesitáramos.
No solo es cuestión de imaginación, sino sobre todo de control. Empezamos con bacterias, con bichos, y terminaremos con…
Ajovín