Mejorar el ambiente laboral en una empresa, es fundamental para que la plantilla de esta no se queme, no acabe estresada, incluso de baja laboral a veces por mucho tiempo.
Si un trabajador está feliz en su empresa trabaja de manera más productiva, contribuyendo al éxito del negocio, también está menos estresado, y hay mejores relaciones entre los miembros del equipo, lo que ayuda a su calidad final.
Se ha demostrado que un factor importante para generar un buen clima laboral son las buenas relaciones entre compañeros. Fomentando una cultura de respeto, honestidad y apoyo, y generando empatía, confianza y colaboración entre los miembros de la organización, lo que se traduce en un equipo unido y con ganas de aportar nuevas ideas.
Resulta importante también tener una buena comunicación con tu equipo de trabajo, y dejando que puedan expresar sus inquietudes o sugerencias, bien mediante encuestas, o buzones de sugerencias bien construidos. De este modo, cualquier persona de la empresa de siente partícipe de lo que acontece en su puesto de trabajo.
Estos son algunos de los canales que te permitirán dar voz a tus empleados y podrás interactuar con ellos.
Pero para mí hay algo fundamental en todo esto y es el reconocimiento hacia las labores desempeñadas. Muchas veces pensamos que el salario ya es bastante reconocimiento a nuestro trabajo, pero no es así.
Las palabras de ánimo, de reconocimiento y agradecimiento en público o en privado, hacen que cualquier miembro se sienta valorado y de esta manera sienta que lo que hace sirve para algo y además lo hace bien, aumentando así su autoestima.
Y eso, tiene más valor aún en el caso de las personas voluntarias que también trabajan colaborando, que ya está claro que no cobran por su labor, pero agradecen cualquier gesto.
Por supuesto se debería respetar el tema de la conciliación familiar y los horarios, bien sea por cuidado de familiares, por visitas médicas, y desde luego tener en cuenta el estado de salud de cada persona.
Sin olvidarnos de la formación para un mejor desempeño de nuestras funciones dentro de la empresa. Estas formaciones se suelen dividir en dos clases:
Habilidades duras: Aquellas que se obtienen a través de la educación e impactan directamente en la productividad del trabajador. Por ejemplo, el manejo de herramientas, determinadas máquinas o software.
Habilidades blandas: Asociadas al comportamiento de las personas basadas en sus habilidades sociales, habilidades de comunicación, liderazgo y manejo emocional.
Queda decir para finalizar, que este tema del clima laboral es responsabilidad del departamento de Recursos Humanos de la entidad, y en caso de empresas grandes, de cada responsable de cada departamento.
Un mal clima laboral, solo provoca que tu plantilla esté mal, a disgusto, no produzca, tenga estrés, ansiedad, se vea afectada su salud mental y como he comentado al principio, pueda acabar de baja laboral.