20.1.23

Oriol Junqueras pierde el respeto de los independentistas catalanes


Nunca creí que el camino que emprendió Cataluña en 2017 fuera a servir para nada bueno, era ilógico y absurdo emprender por la fuerza de la política catalana algo que nunca iba a ser aceptado por España. Una torpeza catalana en los modos, en los plazos, y en los contenidos.

Aquello llevó al exilio a los principales representantes legales de Cataluña en la política y a la cárcel posteriormente a casi todos ellos.

Ayer cuando vi a Oriol Junqueras abandonar la protesta independentista en Barcelona entre gritos y abucheos que le acusaban de traidor, y le amenazaban, se me volvió a caer las ganas de hablar de política, de estar dentro, incluso de estar cerca.

Estar casi cuatro años en la cárcel por ayudar en la Independencia de Cataluña, no le ha servido siendo uno de sus máximos gestores, ni para tener tan siquiera el respeto de los suyos, de los cercanos, de la mayoría de catalanes. Unos le insultaban, pero casi nadie lo apoyó o le defendió.

Algo va mal en Cataluña y en la sociedad en general cuando no sabemos valorar con errores o sin ellos, el coraje de quien gestiona.

Seguramente para muchos catalanes Oriol Junqueras no ha hecho bien todo, incluso para gran parte del resto de españoles todo lo he hecho mal. Pero que salga a la calle a apoyar un nuevo intento de Independencia y se les agreda verbalmente antes de tener que abandonar, nos indica en qué punto social estamos.

Tomemos buena nota, pues si a quien ha pasado todo ese tiempo en la cárcel por intentarlo… lo tratan así los suyos, debemos sospechar como nos tratarían a los que opinamos de otra manera.