15.1.23

Acoso sexual y verbal en el ámbito sanitario


Me pasan una documentación (que es pública) sobre acoso sexual en el ámbito médico sobre la que he ido preguntando a diversos profesionales para añadirme más datos, y ante lo que todos podríamos entender sin reflexionar mucho, no es solo de unos profesionales de la sanidad hacia otros profesionales de la sanidad, sino también de pacientes hacia sus médicos y personal de enfermería. 

Hemos llegado a un grado de pérdida de respeto básico entre las personas, que ya todo nos parece hasta entendible. Da la sensación de que somos capaces de cualquier imbecilidad como pacientes o usuarios y de tenerla que añadir a una estadística, pues no es algo casual o esporádico, sino medible. Esa violencia de paciente a médico se da con más facilidad entre paciente de cualquier sexo hacia profesional sanitario hombre.

Es cierto que han aumentado las violencias sociales retransmitidas, que ahora ya hemos trasladado a los Telediarios las escenas de las series televisivas, de las películas. Sean guerras en donde destrozamos barrios enteros, muertos troceados por las calles, o jóvenes que se encorran con catanas o pistolas por las calles de cualquier ciudad española conocida.

Cada vez lo tienen más complicado en el cine para sorprendernos. Y no es cuestión de cambiar las leyes, pues a los que son ya unos animales bípedos les da igual los años de cárcel, simplemente se adaptan. Hay que trabajar desde otras ópticas y otros marcos mentales de refuerzo positivo, de educación, desde una edad que no sea la adolescencia cuando ya está todo formado.

Lo hablaba el otro día con un Director General de Sanidad: se ha detectado tras la pandemia un aumento enorme de esa exigencia en tono muy incontrolable, que raya la violencia de cualquier tipo. Ya no todo lo entendemos com violencia, sino que hay muchas más situaciones que lo rayan y eso machaca al profesional, que se cree que en su trabajo va a ayudar a los demás, y se encuentra con borregos. 

Lo normal ahora, me decían, es que sobre todo en consultas telefónicas en donde no se ven las caras las personas, se comience con una queja del paciente que te resta minutos sin aportar nada a la llamada, excepto mala baba. Y pone a la defensiva al médico. Pero luego ninguno de ellos acude a su consultorio a pedir una Hoja de Reclamaciones, que existen y funcionan.

Las quejas, nunca, deben hacerse al profesional que te atiende, hay al menos otros tres modos de queja. Las Hojas de Reclamaciones que os puedo asegurar que llegan a donde tienen que llegar; generalmente un buzón en el propio centro médico; y además siempre hay —al menos en Aragón— un Consejo de Salud en donde normalmente los Presidentes NO SON personal del Centro pero tienen contacto directo con los responsables del SALUD.

Julio Puente