Se van a cumplir dos años del asalto al Capitolio en los EEUU, dos años de un intento de Golpe de Estado en los EEUU. Contra el considerado por muchos millones de ciudadanos del mundo como el país más democrático del mundo.Los que hemos tenido la suerte (o no) de ver ciertas aptitudes y actitudes en Washington sabemos perfectamente que esto era posible por varios motivos, entre los que sin duda se encuentra el fanatismo, la proliferación de armas, las ostentaciones numerosas de desfiles de civiles en formación militar y con armas, incluso a veces con armas largas.
La Democracia nunca está a salvo de fanáticos imbéciles, de millones de torpes inútiles que miran hacia otro lado, o incluso se posicionan convencidos del engaño, de que la Democracia es el peor sistema posible, y que la mano dura es lo que necesita el ser humano.
Cuando se dan cuenta de que estaban equivocados ya es tarde, ya hay muchos muertos que pasaban por allí, incluso muchos barrios destruidos simplemente por contener civiles.
Los mas peligrosos para los que mandan mucho son los civiles. Por ser muchos, y porque si se les utiliza bien, es decir, para los intereses de los que mandan mucho, es decir matándolos o metiéndoles mucho mido, tienen los beneficios asegurados durante más años.
En las crisis, conflictos y guerras, SIEMPRE pierden los mismos. Cuando más pobre, débil, inocente, escondido, torpe o silencioso seas, más opciones tienen de sufrir las consecuencias. Los que gritan mueren, los que se callan se quedan para enterrar a los que mueren y para sufrir los miedos.
Ahora en España estamos jugando a joder las relaciones de unos con los otros. De enfrentarse el Poder Representativo contra el poder Judicial. Recurrimos a todas las opciones posibles para zancadillearnos los unos contra los otros.
De momento no sabemos quien se va a caer de bruces contra el suelo, pero de lo que no hay duda es de que alguien se caerá y se partirá la nariz, como poco.