Estamos convirtiendo la convivencia política en un juego de bestias, en irreflexivas respuestas a las provocaciones de unos contra otros, a un juego en donde quien sale perdiendo es la sociedad española en general.
Lo normal, lo que ya sucede, es que todos nos vayamos apartando de esa política, e incluso de toda política.
No se trata ahora de una defensa de ideas que necesita violencia verbal o de ningún tipo, pues sabemos perfectamente quienes son los torpes que caen en los insultos simplemente para provocar.
Se necesita algo tan sencillo como tener templanza, inteligencia política y saber que se nos está provocando.
Y además se necesita también una cierta dosis de sensatez a la hora de legislar, reformar, cambiar modos de la sociedad, y apretar mucho más a esos poderes escondidos que juegan a joder.
Hay ciudadanos de esta España, que desde sus puestos de trabajo público están jodiendo el Sistema.
Ya no radica solo en el poder de los Poderosos, de los clásicos Poderes Escondidos, sino que ya se está atacando a los servicios de la sociedad desde muchos otros espacios. Y no nos queremos dar cuenta.
En realidad estamos jugando a jodernos los unos a los otros. Y lo siento, así lo veo. Los silencios también son culpables.
Ajovín