Hay muros creados para protegernos de los que creen los muros. Y otros muros que lo que logran es crear miedos, peligros añadidos, sensaciones de diferencias sociales, para encerrar en su interior a los peligrosos en relación a los que están al otro lado del muro.
En realidad todos los muros dividen, y al final nunca se sabe quién queda dentro y quién se queda fuera, excepto por el nombre del constructor del propio muro.
Es importante saber en qué lugar se posiciona quien manda construir el muro, para saber realmente a quién y de quién están separando. Y a partir de esa apreciación, tomar decisiones.
La viñeta —genial— es de El Roto para El País.