Lo que está sucediendo en Europa lo contemplamos con cierta dosis de idiotez colectiva que impresiona y preocupa a partes iguales. No tuve la ocasión de vivir en Europa en los años 30, pero algo he leído y los indicativos se asemejan bastante. Sobre todo en la debilidad social.
Han hecho estallar los conductos de energía hacia Europa. Podemos imaginar por parte de quien, pero es un dato preocupante que haya sucedido y sobre todo que no se hubiera previsto, ni se sepa quien ni cómo.
Unas presuntas votaciones en zonas de guerra han sido utilizadas para jugar a la democracia desde las dictaduras. Algo bastante habitual también. El resultado estaba claro antes de hacer esa pantomima, pero cuidado, ha sido un circo que tiene su trampa y es muy peligroso.
Tengamos en cuenta que incluso zonas que todavía no están ocupadas por Rusia han sido declaradas Rusia. Y otras ya ocupadas también para que si se las ataca, se puede advertir que ya por fin, se está atacando a Rusia y tienen que defenderse con todo.
Las armas atómicas son de dos tipos, las estratégicas y las tácticas. Todos sabemos (deberíamos saber) que las estratégicas no se van a utilizar nunca. Es imposible… excepto si estás loco. Pero las tácticas sí, y ya se lo han ido advirtiendo entre ellos.
Por parte de EEUU ya se les ha comunicado a los rusos que si se mueven las armas tácticas atómicas, si se detectan fuera de sus hangares, serán destruidas, estén donde estén. Y la explosión atómica sucederá en territorio ruso. Sin moverlas no se pueden utilizar. Se pueden transportar sin montar, lo que es una opción lógica.
Así que las herramientas son diversas, muy peligrosas, pero medibles y en parte controlables… excepto si jugamos entre locos. Un arma atómica táctica puede destruir un barrio entero de una ciudad mediana.
Y mientras tanto en Europa seguimos pensando, mejor dicho, seguimos transmitiendo a la sociedad, que con medidas económicas es suficiente para castigar a Rusia, cuando todos sabemos ya, el alcance en este mundo globalizado que pueden tener las medidas económicas de un lado, si el otro lado cuenta con amiguitos que les ayudan a cambiar de orientación económica.
Nunca deberíamos haber consentido que esta guerra estallara en ese momento. Antes se deberían haber contemplado todos los escenarios posibles pues las guerras nunca se ganan, y la mejor guerra es la que no comienza nunca.
Si observamos el mapa actual del mundo hay posiciones especialmente significativas. Puntos estratégicos que vemos mover, callar, esconderse o sacar la cabeza solo un poquito. Leamos aquí a China, a Turquía, incluso a los EEUU, a Brasil, y a veces al Reino Unido. En aguas revueltas todos intentamos ser pescadores.