Estamos en unos tiempos complicados para todo el mundo. Si acaso excepto para los que no quieren ver nada de lo que sucede. No, tranquilos que no pienso enumerar problemas, no he venido para eso, sino para si acaso enumeras soluciones. ¿No somos capaces de hablar más entre nosotros?
He dicho hablar, con palabras, mirándonos, con calma, con diálogo, con sonrisas, con un vinito y unas patatas bravas.
Hemos perdido nuestra capacidad ancestral de hablar, de dialogar, de comunicarnos entre personas con personas, de incluso llegar a unos acuerdos. Ya no sirve todo esto que hemos organizado alrededor de nosotros. Ni sirven los medios de comunicación, ni las Redes sociales, ni los cabreos o insultos, las postverdades, las mentiras o las trampas.
Y lo curioso es que todo sabemos que todo esto no sirve de nada, excepto de llevarnos poco a poco hacia el abismo.
Rusia a invadido a Ucrania por no hablar lo suficiente. Lo sabemos todos. Pero esa falta de diálogo llevan encima de su debilidad muchos miles de muertos, ciudades destrozadas y una Europa herida.
Por no hablar lo suficiente. Cuando acabe la guerra, cuando sea, se llegará a un acuerdo de paz que se podría haber logrado la semana antes de empezar la invasión y los primeros bombardeos.
Y así es todo en estos tiempos. Ya, no son los primeros en los que demostramos que somos incapaces de saber hablar. pero todos ellos han acabado de la misma manera.