"Algunos dicen que las ideas han muerto. Otros dicen que la juventud se acerca una mesa que ya está servida, a una sociedad que ya se ha terminado de construir. Nuestra respuesta es que solo estamos en el comienzo."
Estas palabras fueron pronunciadas por Olof Palme en mayo de 1974 en el Congreso de la Federación de Juventudes Socialistas de Suecia. Hace de ello 48 años, y parece que son de hoy mismo. Podrían decirse hoy mismo. Han pasado por encima de ellas medio siglo, pero seguimos diciendo cosas parecidas.
Ese largo discurso comenzaba y terminada con la misma frase.: "La política es querer algo".
Hoy la política la hemos dado por amortizada, no nos sirve (decimos) y sin duda no la tenemos ningún respeto. La política está acabada, pensamos. Aunque llevemos miles de años gestionados por la política como única forma de gestionar sociedades.
La política es una herramienta, no es un modo. Y se puede utilizar bien o mal, como si fuera un martillo para romper ladrillos o para abrir nueces y comérnoslas.
Las ideas no han muerto, aunque es posible que no se vean con facilidad, no las dejemos ver para que no las recojan y las siembren. Hemos convencido a nuestras juventudes que hay que salir con las armas a defender no sabemos bien qué.
Pero las mejores armas son la inteligencia, el trabajo bien hecho, el humanismo, las ganas de ayudar. Menos criticar y más venido llorado de casa, para empujar a construir.