En tiempos de crisis tenemos que poner en valor lo que es nuestro, defendernos mejor si es posible, de todo lo que ya tenemos. Y en consumo esto es algo que debemos tener muy en cuenta. Estamos entrando en tiempos de subida de la inflación, así que tenemos que aprender e comprar con cuidado, algo que ya habíamos olvidado.
Si el arroz que comprábamos siempre nos lo suben a 1,87 desde 1,35 hay que buscar un arroz de similar calidad y a un precio que o bien no haya subido o bien lo haya hecho menos. Es posible hoy mismo encontrar arroces de primeras marcas que van desde 1,90 a 1,57 en el mismo supermercado. Y arroces de calidad muy correcta a 0,97 euros. Un arroz no depende tanto de su propia materia prima, como de saber cocinarlo bien y de sus añadidos.
Es verdad que 0,33 euros (o 0,86 euros en un kilo) es poco ahorro, pero de esta manera evitamos que los precios en los comercios se desboquen. Ellos sí saben medir con suma facilidad qué compramos, qué cambios estamos adoptando en nuestra cesta de la compra. Y saben que tienen que tomar medidas para contrarrestar nuestras decisiones.
Si ese mismo arroz cuesta 0,15 euros más en una tienda que en otra, y nos pilla de camino ambos comercios, la decisión tiene que ser sencilla. Comprar mejor es también aumentar nuestros ingresos. Y tal vez entrar en un super que ya no visitamos nos enseñe nuevos precios, nuevas calidades, nuevos productos.
Y a su vez, consumir mejor es también ganar más sueldo. ¿De cuánto de lo que consumíamos hace unas semanas se puede prescindir?
Cuando Borrell decía que teníamos que consumir menos gas, por mucho que se le ha criticado (algo que viene con el cargo) tenía razón y nos defendía a nosotros, los consumidores.
¿Cuánto gastamos de manera no razonada? Pues efectivamente, lo que nos da la real gana, y tenemos todo el derecho del mundo a gastarnos el dinero en lo que nos de la real gana. Pero si queremos parar ciertos abusos, en vez de quejarnos por las redes, debemos tomar decisiones nosotros.
Consumir menos es luchar contra la subida de ciertos precios, que no tienen razones.