26.3.22

¿Puede una mosca desencadenar el Fin del Mundo?


Cuando iniciábamos este 2022, nadie podía prever que antes de la llegada de su primavera habríamos estado hablando ya de la posibilidad de que varios ataques nucleares simultáneos, podrían destrozar parte de la vida en nuestro planeta. Si nos hubieran preguntado, además de hablar de su casi imposibilidad, seguro que nos hubiéramos puesto a temblar al pensar en una posible situación como la que ahora describo. 

Y ya hemos tenido que pasar en estas semanas por la realidad de escuchar este tema, o el de ver a ciertos ciudadanos hablando del yodo y a algunas farmacias explicando que no sirve para defenderse ante un ataque nuclear, o a ciertos empresarios relatando que ellos hacen a medida refugios antiguerras.

En aquel inicio de 2022 estábamos más atentos a la marcha de la pandemia de COVID que a ninguna otra posibilidad, pues entendíamos que ya era más que suficiente para nuestra historia universal estar dentro de una pandemia que llevaba dos años asustando al planeta y matando a miles de ciudadanos. 

No cabía otra cosa que pensar que ya éramos frágiles en demasía. Nadie parecía pensar en aquellos Reyes a medio gas, en tener que llenar sus armarios de alimentos en conserva, de ponernos a mirar las fechas de caducidad de la pasta, el arroz o la harina, para llenar la casa de litros de leche o de latas de sardinas. 

Yo no he sido, tú… tampoco, pero los supermercados se han vaciado por la suma de dos efectos. El de compra compulsiva y el de la mala gestión con la huelga del transporte.

Nunca los problemas de las sociedades han sabido/querido venir solos. 

Sin haber vencido la pandemia nos llega la invasión de Ucrania desde Rusia, para saltar ya no todas las alarmas en Europa o en el mundo occidental, sino para mostrarnos que la globalización que lleva siglos entre nosotros debería tener unos parámetros medidos y ajustados a la autodefensa, pues en exceso se vuelve tremendamente injusta contra el propio sistema liberal de funcionamiento social. 

Siempre la globalización ha sido injusta contra el débil económico, nunca en los siglos ha existido la globalización positiva, pero ahora se ha demostrado que sin inteligencia empresarial y política, la globalización se vuelve un grave peligro contra el propio sistema.