La realidad es tozuda y los profesionales de la Salud están algo divididos, siendo amplia mayoría —de entre los contactados por mi con capacidad de investigación— los que opinan que las mascarillas en exteriores no son ahora necesarias. Pero desde el poder se insiste, posiblemente para demostrar que estamos todavía en pandemia y que aunque esto no sirva de casi nada, debemos estar prevenidos. Es decir, nos quieren seguir tratando como a niños de pecho.
La auto responsabilidad la hemos perdido hace décadas y no parece que deseemos recuperarla.
No tiene ningún sentido que llevemos mascarilla en exteriores con infinidad de metros cúbicos de aire en movimiento, aunque nos podamos cruzar con algunas personas que contagie durante décimas de segundo o durante segundos, y en cambio poder estar dentro de un local como un bar sin mascarilla durante muchos minutos.
Incluso podemos estar en un tren o teatro durante horas con mascarilla pero respirando el aire de su interior, y no podemos estar sin mascarilla en un parque o en una amplia avenida.
Las decisiones tomadas durante estos dos años han sido débiles, contradictorias, sin rumbo en muchos casos, y el virus siempre ha demostrado ser más capaz que los humanos para moverse descontrolado por donde le viene en gana.
No solo a nivel de España o Aragón, hay que reconocerlo.
Son muchas más las decisiones tomadas que no han servido para mitigar la enfermedad que las realmente eficientes. De hecho dos años después de los primeros contagios en España, seguimos sin saber por qué suben o bajan los contagios de forma suave o brutal, o porque suben más en el Noreste de España en relación al Sudoeste.Tampoco sabemos porqué afecta más a los hombres que a la mujeres la enfermedad, pero en cambio en su forma grave parece nivelarse estos números o se afianzan sobre las mujeres.
Tampoco tenemos claro el motivo por el que durante 18 meses no afectó a los niños y los seis meses siguientes afectó más a los niños. Sí, de acuerdo, no estaban vacunados y es una variante nueva, pero… ¿sólo es por eso?
No soy negacionista de nada, tengo mis tres vacunas bien puestas más la vacuna de la gripe estacional. Voy por la calle con mi mascarilla incluso en Barcelona en donde el 30% no la lleva puesta.
Pero siempre he insistido que con esta pandemia había que tener mucho cuidado con las medidas pues no solo estábamos tratando a un virus COVID sino también a una serie de enfermedades sociales de complicada solución a poco que esto se alargara en el tiempo.
Julio Puente Mateo - Miembro del Consejo de Salud de Aragón