Hay que tener mucho cuidado con lo que pedimos, pues a veces lo conseguimos y entonces es peor. Antes de pedir, incluso a veces, antes de preguntar, hay que estar seguro de que la respuesta nos va a convencer. Si podemos salir mal parados, lo mejor es reflexionar. El genial Quino nos dejó aquí una muestra de que no siempre pedir es lo mejor.