Seamos egoístas, si tú triunfas en la vida, en tu trabajo, triunfamos un poco todos. Tú más, pero todos un poco pues la sociedad está interconectada, globalizada. Por eso tu éxito es nuestro éxito, aunque se nos olvide o no lo queramos entender.
Las envidias son muy malas para crecer… todos. Acércate a la persona que triunfa, no para que te entregue parte de su éxito económico o vital, sino para aprender de sus motivos, para que te entregue parte de su camino recorrido, para que te enseñe cómo lograrlo.
La riqueza que logra una persona puede quedársela para él solo, de forma egoísta puede creer que le pertenece aunque la haya logrado en un Sistema Social que es de todos. Nadie logra triunfar si no es afianzándose en nuestra propia forma de vida, que él ya se encontró construido.
Pero sus triunfos son temporales, por eso de alguna forma sus éxitos son también nuestros éxitos, aunque no los podamos disfrutar o aprovechar. Al final los perderá pues nada es eterno, y volverán a la sociedad de varias maneras.