Estamos escuchando cada vez más que las ciudades ya no nos sirven, que no es calidad de vida, que no son sostenibles, que incluso van en contra de la buena vida de las personas y que hay que buscar otros espacios más habitables y humanos para trasladarnos. Sin ser cierto tampoco es equivocado el planteamiento.
Pero la solución no está en huir de las ciudades, algo que es imposible, sino en plantearnos qué tipo de ciudad necesitamos para el futuro.
Es imposible huir de las ciudades pues en caso de hacerlo lo único que lograríamos es llevar la ciudad y sus errores a otros lugares, convertir en ciudades con los mismos errores otros espacios que ahora son muy diferentes.
Si nos fijamos en los últimos cambios, empujados incluso por la propia pandemia, observamos que hay cosas que hacemos mal y que además aplaudimos y copiamos, sabiendo que son errores. No hay criterios fijos y ya reflexionados de hacia dónde deben moverse las ciudades hacia su futuro.
Sabemos que el coche ya es insoportable en las ciudades densas, pero es muy tímido lo que se hace y sobre todo es muy lento cuando se habla de reformar los servicios de transporte urbano de calidad. No es posible entender los cambios sin coste económico, pero nos confundimos a la hora de señalar dónde se encuentran los costes insoportables.
Sabemos también que hay que ir a ciudades verdes, pero seguimos anclados en un diseño de zonas verdes muy plano y artificial, costoso de mantener en ciudades con climas específicos que deseamos pinar del mismo verde sean ciudades secas o ciudades húmedas.
Admitimos con normalidad los consumos desmedidos de todo tipo de servicios, al coste más barato posible, cuando eso sabemos que muchas veces crea pobreza (los Rider por ejemplo), o la encastra en nuestras ciudades.
Por ejemplo no consumimos lo necesario en nuestros comercios de proximidad, sin que nadie explique la seguridad pasiva que desprenden los comercios o locales de servicios abiertos en nuestros barrios.
Tenemos muchos datos del funcionamiento de las ciudades. Pero aunque se publican y se saben, no siempre nos sirven pues no queremos reflexionar con decisión y con las ganas suficientes como para tenerlos en cuenta. Nuestras ciudades deben fijarse en las "Ciudades Humanas" y debemos entre todos caminar hacia la solución de los problemas que ya tenemos, y sobre todo para que no lleguen los que no tenemos pero conocemos muy bien.
¿Y qué es la llamada "Ciudad Humana"? Pues está perfectamente diseñada en miles de documentos diseminados por todo el mundo. Quien tiene que tomar las decisiones los conoce bien pero no siempre