25.10.21

¿Un Frente Amplio, para la España herida?

Soy de los que creen que España ha llegado a un punto complicado del que no será sencillo salir. Pero hay alguna esperanza para que desde la izquierda se puede crear una alternativa válida para toda la sociedad. Ya no estamos en la pantalla de intentar salir de esta situación, media España a costa de la otra mitad de España, sino de salir como sociedad con los menores dolores posibles.

La crisis económico será dura otra vez, no es soportable tantos jóvenes sin trabajo que van creciendo en edad. Es una disfunción social compleja de admitir y de asimilar. 

No hay respeto a la formación necesaria, no se entiende lo que realmente supone la productividad, para qué sirve el respeto a la instituciones, al sentido común.

La violencia o la agresividad entre las distintas capas de la sociedad española es un gran lastre que nos lleva a un derrumbe de instituciones. 

No es posible que la Justicia ocupe el papel de la Política y que la Política le mande a la Justicia resolver lo que ella es incapaz de solucionar. Lo podemos seguir llamando Democracia, pero está herida. 

Cuando se mezclan Justicia y Política al final ninguno de los dos Poderes ejerce bien su labor imprescindible.

No es sostenible no tener recambios respetables, ni líderes sociales, culturales o políticos que representen sentido común, sensatez a la hora de opinar, que no estén atados a ninguna consigna contundente y cerrada que muchas veces parece solo diseñada para no perder los puestos de trabajo. 

La política se ha empobrecido pues se ha convertido en una profesión, en un trabajo y no en un deber de gestión hacia la sociedad.

Se habla del Frente Amplio (puede ser otro nombre) como posible opción todavía sin diseñar y de la que hablaré en alguna otra ocasión. Es una manera diferente de gestionar desde la política, pero sin el peso de la acción partidista pura, sino desde la necesidad de buscar soluciones a los problemas de la sociedad. No es olvidarse de la política, sino de darle un papel más "amplio" y asentado sobre unos pilares mas imprescindibles. 

Tal vez haya que empezar a diseñar soluciones a los problemas actuales y tengamos que dejar las situaciones identitarias e ideológicas para otro momento, pues los problemas son ya tan graves que no reflexionar sobre lo que es urgente aunque no sea importante, es un camino que se debe explorar. 

Ningún país puede soportar un empobrecimiento social sin que estalle en el corto o medio plazo. No es ser un pesimista, es simplemente cuestión de observar. Todos nos estamos radicalizando hacia posiciones de rincón. 

No queremos creer en el dialogo ni en la comprensión de la situación. Queremos insultar creyendo que es la única solución para debilitar al que consideramos enemigo. Cuando la realidad es que todos somos enemigos de nosotros mismos, pues no somos capaces de encontrar una solución válida para los problemas que van a más.