Una de las principales enfermedades de España, en España, entre los españoles y sin duda la más callada y escondida… son los suicidios. Cada día hay algo más de 10 suicidios con resultado de muerte en España, solo los declarados, admitiendo que hay alguno más cada día que se intenta solapar, callar, esconder por las familias. De los intentos no hay números tan claros pues allí entraría muchos modelos y análisis.España es el único país del entorno europeo que no tiene un Plan Nacional de Prevención del Suicidio, hace muchos años que se sabe que la la estrategia de salud mental en España está caducada y necesita una atención muy diversa y amplia y es el único país de la Unión Europea sin especialidad en psiquiatría de infancia y adolescencia. Y con una atención para adultos y Personas Mayores que es claramente insuficiente, más todavía cuando admitimos que la Atención Primaria también tiene grandes deficiencias estructurales y de tamaño de atención.
Cada suicidio crea además un impacto tremendo en la familia, y se considera que de media son otras seis personas las gravemente afectadas por cada suicidio. Eso supone que un suicidio que no se evita, además de suponer la pérdida de una persona en muchos casos joven, supone la pérdida parcial de la vida de seis personas con el consiguiente gasto en recursos sanitarios de todo tipo.
La pandemia del COVID ha creado una seria de tensiones emocionales y de estructura familiar y laboral, unas crisis económicas que han hecho crecer el número latente de personas con problemas de salud mental, de personas que dudan de sus capacidades y de sus futuros. Se estima un incremento entre el 25% al 45% de casos que necesitan Atención en Salud Mental y que ya se están detectando en Atención Primaria.
No existe ni algo tan simple como un teléfono gratuito de Atención al Suicidio, un teléfono a donde llamar si hay dudas o hay temores o miedos. Tanto para enfermos como para familiares. Los hay para diversas situaciones graves, pero no lo hay para el suicidio. Y se necesita tanto o más. Hablamos de más de 10 personas al día en España.
Existe el Teléfono de la Esperanza, que ha crecido un 38% en llamadas desde el año 2019 al 2020. Pero hay que trabajar más y mejor para prevenir el suicidio, para ayudar a los sobrevivientes y sus familiares, para entender el problema desde todas las ópticas posibles.