Somos iguales a ellos y no lo queremos saber
Igual no tenemos tanta diferencia con ellos, a los que llamamos prehistóricos para creer que nosotros somos mejores.
Igual varios miles de años después seguimos siendo tan animales aunque nos vistamos con telas caras y llevemos los bolsillos llenos de cachibaches.
Igual nuestra capacidad de violencia sigue siendo la misma pues la tenemos dentro de los sesos, metida tan dentro que seamos incapaces incluso de verla y notarla.
Igual somos iguales.