Siempre desde los mismos espacios económicos se insiste que subir el SMI supone para España más desempleo. No se dan explicaciones ni se deja responder con otros datos. Se supone que es un Mantra que tenemos que admitir y que es lógico que en Europa haya países de pobres y países de ricos. Y que a España le ha tocado ser país pobre por algún motivo sin explicar. El problema no es el SMI y mientras esto no lo interioricemos, no lo podremos resolver. Las empresas no cierran por lo que cobran los que menos cobran.
Os dejo los SMI en 14 pagas de diversos países de Europa. En estos países se paga con euros al mismo precio que en España lo que se consume. Incluso aquello que nos parece más caro en Europa enseguida comprobamos como en España nos lo suben pues para eso hay libertad de mercado.
El problema no es el SMI o los sueldos de los trabajadores que se cobran en España. Hay que decirlo con calma. El problema es la productividad que ofrecen esos sueldos. Sea por culpa de empresas obsoletas y mal preparadas, sea por la baja formación profesionales de los trabajadores, sea por la baja implicación y formación de nuestros dirigentes empresariales. Sea incluso por el tejido empresarial español, lleno de multitud de pequeñas empresas casi familiares.
La productividad no es solo cuando produces a la hora, que también, pero es sobre todo a qué coste donde intervienen muchos más factores que el de la mano de obra, de qué manera tienes organizada la empresa, qué aspiraciones en forma de beneficios de repartir tienen los dirigentes, cuantos peldaños hay entre el trabajador que menos cobra y el que más cobra, o qué costes financieros tiene una empresa española.
Esto por poner solo algunos ejemplos que se podrían complementar con el coste de los proveedores, el tipo de negociación con los clientes, el acceso a los mercados exteriores, la incapacidad para defender nuestras producciones por muy diversas culpas, etc.