7.6.21

Pandemia (34) Lo hicimos o lo hicieron. O fue casualidad


Ayer veía de nuevo la película "Doce monos" y sin entrar en muchos más fondos argumentales (que los tiene y muchos) me quiero centrar en la propia pandemia que en ella se relata como preludio de un Fin del Mundo en 1996 por un virus manipulado y que provoca su distribución por el mundo hasta matar a cinco mil millones de personas. Hace 26 años que ya se planteaba esta posibilidad, aderezada con algunas ideas de las que hoy los negacionistas se han hecho eco, como la posibilidad de que nos estén controlando con un chip puesto en ese caso en los dientes y muelas. 

Todo viene de una película o libro/guión anterior, del año 1962, titula La Jetée. Una Tercera Guerra Mundial, un ataque terrorista biológico, etc. Todo sirve para hacer ficción y para vivirlo en una realidad que nos parece utópica pero real. En este 2021 todo parece tener otro color.

En España la Unidad Militar ABQ existe desde hace muchas décadas. Cuartel de Defensa Atómica, Bacteriológica y Química. El peligro de un uso criminal de las armas bacteriológica o químicas es algo que se lleva contemplando desde la II Guerra Mundial como un elemento ante el que hay que estar preparado y atentos. Lo cierto es que en las últimas décadas todo se ha quedado obsoleto ante la proliferación de mecanismos de vigilancia, uso y abuso.

Nada es imposible en la misma medida en que cada día es más difícil hacer según qué acciones sin dejar huella o sin que se sepa antes de poderlo hacer desde donde viene la acción, pero siendo sinceros, ante la pandemia actual, el no saber desde donde viene es un gran problema para descartar todas las opciones posibles e imposibles.

Un murciélago que contagia a un pangolín es una opción, curiosamente contagia en la misma ciudad en donde llevan décadas estudiando y haciendo experimentos con virus y bacterias. 

Es una simple casualidad. Como lo es que unos meses antes trabajadores de esos mismos laboratorios se hubieran contaminado y enfermedad de una con síntomas respiratorios muy similares a los de la pandemia actual. 

¿Por qué se pasa del murciélago a otra especie animal y de esta al hombre? ¿Por qué ahora y no en cualquier otro momento vital de la sociedad, que lleva miles de años cerca de los murciélagos? ¿Por qué se multiplica tan rápido por todo el mundo…, solo por la globalización?

Nunca hay que caer en las teorías negacionistas como tampoco en el descontento social por admitir que todo es posible, ni caer en la conformismo de que lo que se nos dice desde los que gestionan es la única verdad. Todo depende, y tan solo una buena y completa información contrastada podría servir para despejar caminos. 

A fecha de principios de junio de 2021 tenemos ya 3,75 millones de personas fallecidas oficialmente por la pandemia en todo el mundo. Serán bastantes más, no lo dudamos. Y superamos los 174 millones de personas contagiadas. Números tremendos como para que todo este proceso de la pandemia no pase a la Historia de la Humanidad y sea juzgada por las generaciones venideras cuando ya haya terminado. Así que es cuestión de esperar, para saber la verdad de la buena.