Sé que la sensación de muchos de nosotros es que la violencia está aumentando, que saltamos del tono suave al bruto y por todo, que la que en realidad está aumentando como primera opción es la violencia sencilla, la de la calle, la de las relaciones básicas entre personas, y que a partir de ella es toda la violencia la que se ve envuelta en ese aumento.
¿Motivos? Sin duda ninguna la actual situación de crispación alentada por varios frentes sociales mal gestionados y que no está ajena a unos confinamientos excesivos y muy trabajados y comunicados con pedagogía social.
Podría ser una violencia puntual, pues los que pisamos mucho la calle estamos viendo que junto a la violencia extrema se dan cada vez más situaciones de violencia menor que indica ese desfase que todos estamos sufriendo en nuestras relaciones con el resto de personas.
Tras las violencia verbal en Redes y similares que asimilamos con la Libertad de Expresión ya hay violencia verbal en supermercados, en ambulatorios o en el tráfico. ¿Más que antes? Sin duda.
Hoy hablaba con un médico de Atención Primaria. Tremendo lo que me decía. Ayer con una Jefe de enfermería. Hoy he visto una situación absurda y surrealista en un Centro Comercial. Todo en menos de 24 horas. leo el ataque hoy a una mujer en el Parque Warner, etc. No hay medida, y esto hay que atajarlo. pero cuidado, emplear la violencia policial contra la violencia teórica de la sociedad es matar mosquitos a cañonazos.
No es un problema puntual, sino de actitud hacia el actual momento. No se necesita más policía sino mas maestros. No hay que dar con una porra sino lograr explicar y convencer a la sociedad de que así vamos a un mal pozo.
Cuidado con algunas decisiones que estamos tomando, que son literalmente meter más leña al horno. La capacidad de equivocarnos todavía no la hemos superado entre la calidad que tenemos para no entender en qué momento, punto nos encontramos.