Cuando las alas de una mariposa veas agitarse en Murcia sospecha que igual se nos cambia todo el panorama en la España actual, mas rara que un perro verde. Una vez que la mariposa se ha ido de Murcia (creo) se nos ha roto el Gobierno del Madrid regional, y se nos ha ido Pablo Iglesias de Vicepresidente e incluso de Candidato a Presidente del Gobierno dejando raro al Gobierno de Madrid nacional, empezándose a mover todas las fichas del tablero llegando hasta el terremoto inexplicable e irónico de que hasta Toni Cantó quiere abandonar la política.
Nunca una mariposa murciana tuvo tanto poder.
¿Y los españoles qué dicen a todo esto? Pues nos movemos dentro de casa, confinados, absortos entre el desempleo, las crisis que se amontonan y atender el teléfono de todos los que ahora ya nunca más te atienden de forma presencial. Los españoles bien. Mientras tanto uno se pregunta dónde ha quedado el asamblearismo de Podemos que toma la decisión más compleja, la de salirse del Gobierno de España su líder avisando que deja incluso el mando del partido en las listas electorales en manos otra persona, y sin consultar a sus bases. ¿Ya no hay que consultar a las bases, a los círculos?
España está que ni ella misma sabe dónde está.
No tiene sentido que porque Ciudadanos estornude —un partido flojo de morir— se produzcan en menos de una semana tantos terremotos que sí están moviendo los acuerdos asentados, y en periodos de temblores por el COVID que sigue circulando sin vacunas que lo frenen por una España callada aunque goce de mil problemas.
Os aviso que la cosa se puede enfriar más, se puede joder en pocos días. Tenemos todavía el Gobierno en Cataluña sin formar, a una ERC muy cabreada con Madrid, y a un PNV que se está quedando sorprendido. Cuidado no nos vaya a entrar una neumonía en el Gobierno del Madrid nacional, pues podría ser atípica.
Julio Puente Mateo