Se movió Ciudadanos desde sus escombros, da igual si se empieza por Murcia, por Madrid o por Castilla León, y todo el tinglado se nos viene abajo. En estos momento en los despachillos políticos de toda España no se habla de otra cosa: —¿Y aquí… Ciudadanos…, qué?
Se lo preguntan los que gobiernan con ellos y los que aspiran a gobernar con ellos. Son pocos los de Ciudadanos y no se sabe si esto que han hecho hoy les llevará a las alturas, a quedan enterrados entre sus propios escombros o a lo más complicado: Ascender lo suficiente como para ser importantes.
Mientras tanto las gentes de VOX están que no se lo creen. Respiran profundamente, se miran en el espejo y ya se han ido rápidamente a comprarle otro caballo a Santiago Abascal. Y un traje del Cid Campeador, mientras miran por dónde pilla San Esteban de Gormaz.
España como ya decía hace unas horas está en una situación delicada, nos falta altura de miras, no están los mejores de cada casa sino los que no se han podido ir a otra tarea más tranquila. Y eso se nota mucho. Las mezclas no son buenas y lo que es imposible era tener tres derechas y cuatro o cinco izquierdas queriendo gobernar las miserias. O lo entendemos y nos entendemos los unos y los otros, o será complicado lograr una España válida.
Pero no soy partidario del bipartidismo, ni creo que los partidos más longevos —el PP y el PSOE— sean ejemplos de nada. Pero no hay recambio, pues lo que parecía venir nos ha salido algo tarado, con defectos de fábrica.
¿El futuro? Pues os lo juro, el futuro viene entretenido, y como este verano tampoco podremos viajar por el COVID o por las vacunas que nadie sabe gestionar, nos entretendremos con las políticas aburridas y a veces incluso peligrosas.
Cuidado con jugar a la política de ficción, pues es muy seria. Y si hay duda leer algo sobre la II República y aprenderemos todos sobre lo que no hay que hacer, y sobre todo lo que no deberíamos olvidar o no darle importancia.