Es curioso que César de la Fuente Núñez (catedrático de Bioingeniería, Ingeniería Química y Biomolecular, Microbiología y Psiquiatría de la Universidad de Pensilvania) publique un artículo en El País sobre los test de antígenos que choca claramente con todo lo que dicen infinidad de profesionales médicos en España. Para el doctor César de la Fuente los test de antígenos —admitiendo que no son tan precisos que los PCR— son una herramienta insustituible para dominar la pandemia y lo explica con todo lujo de detalles. Y como él hay muchos investigadores que opinan lo mismo ¿Quién está equivocado? ¿Y si lo que dice es una tontería porqué la publica en un artículo importante el diario El País?
No es un tema menor, supone el núcleo de una nueva línea de trabajo para evitar o dominar los contagios.
Lograr saber quien está en condiciones de contagiarnos (que es algo distinto a saber quien tiene la enfermedad) y que esa persona por propia responsabilidad se someta a un confinamiento riguroso pero personal.
La política actual que se ha seguido en muchos países es la del "Padre o Madre protectora" que nos tiene que indicar qué está prohibido y qué permitido. —¡Caca, nene! Pero en otros países y sociedades se ha optado por medidas de clara contundencia tecnológica, social y de responsabilidad individual. Las multas NO SIRVEN DE NADA pues muchas de ellas si son altas se recurrirán y si terminan en un juzgado sucederá lo que se intuye.
Para los previsibles 300.000 millones de euros que hemos perdido en actividad económica durante el año 2020 en un país como España, destinar 300 millones a dotarnos de un procedimiento contundente para la responsabilidad no parece descabellado.
Y no haberlo hecho con la premisa de que no sirve para nada, en alguna localidad pequeña, para saber qué nos dicen realmente los test masivos de antígenos y hacia dónde nos pueden llevar, parece una equivocación clara.
Lo que propone César de la Fuente Núñez es hacernos cada uno en casa un test de antígenos dos veces a la semana, para saber si somos contagiadores o no, con un procedimiento sencillo y fácil, que nos tendría que obligar a tomar medidas de responsabilidad. ¿Por qué tampoco hemos sido capaces de poner en funcionamiento real algo tan simple como la App RadarCovid?