La opinión de la virología del CSIC Margarita de Val en Telecinco de hoy 17 de noviembre ha supuesto un jarro de agua fría lógico ante las alegrías comerciales de una semana donde los grandes laboratorios han emprendido una carrera absurda por decirnos quien va a tener antes la vacuna para el COVID. Jugar con la opinión pública con datos absurdos es peligroso pues crea sensaciones que no son positivas. Si yo como laboratorio hablo de un 90% el contrario habla de un 94% ¿alguien se imagina el dato del siguiente?
Una vacuna no es sencilla, si queremos que sea válida, que sea segura, que sus beneficios duren un tiempo conocido y tasado, afecte sin problema a todos los segmentos de sociedad incluida la edad, y sea sencilla de sacar al mercado por precio y forma de ser conservada y administrada.
No es lógico hablar de una vacuna válida si se dice que debe estar siempre a menos 80 grados. Los ambulatorios no tiene esos refrigeradores, las enfermeras o las farmacias no puede administrar una vacuna que en pocos minutos se degrada. En muchos países eso es imposible incluso en los hospitales. Vacunar a 800.000 personas en Zaragoza (aunque sean 200.000 si solo quieren hacerlo un 25%) es imposible a través de media docena de hospitales.
Una vacuna debe ser muy revisada, su información debe ser pública y publicada si se quiere hacer universal, debe tener una eficacia probada en muy diversas edades, no solo ante síntomas leves sino ante comportamiento normales de la sociedad expuesta a los contagios. Pero a su vez una vacuna debe tener un precio que sirva para ser válida ante la pandemia. Debe ser administrada a todos los países en igualdad de oportunidades para ser administrada. Si quedan reservas de países sin poder acceder a la vacuna, volveremos a tener la enfermedad como pandemia de forma constante.
Hoy las vacunas están sirviendo para mover la Bolsa de Valores, no es capaz de prevenir la enfermedad, no se está suministrando, pero sus anuncios son capaces de mover miles de millones de euros en las cotizaciones en Bolsa. Esto simplemente suena a peligroso juego de dineros o a mentira.
En estos momentos hay 164 proyectos de vacunas en el mundo. En España se trabaja en varios proyectos junto a diversos laboratorios. Pero hay dos posibles vacunas que se trabajan desde el CSIC, la liderada por Mariano Esteban (consiste en generar vectores virales basados en una modificación del virus Vaccinia o virus vacuna, usado en la erradicación de la viruela), la gestionada por Vicente Larraga (en lugar del patógeno atenuado -o un fragmento del mismo- o una proteína purificada, el gen correspondiente a un antígeno del virus que induzca protección frente a la infección por el mismo) y la investigada por Isabel Sola y Luis Enjuanes (basada en el propio virus y su administración es intranasal, en lugar de intramuscular). Pero también están analizando nuevas vacunos el grupo de Rafael Blasco y el de David Escors.