El papel que están haciendo muchos periodistas por la España actual es abominable y sobre todo triste e incluso peligrosa. Necesitamos calma, tranquilidad, pluralidad y no espectáculo, sea televisivo, en redes o en artículos. Se necesita reflexión y aportar ideas, no insultar y aportar insultos de variado tipo o fuerza. Se necesitan periodistas profesionales que entiendan lo que España necesita en estos tiempos. España… no "su España".
Ayer otro técnico, en este caso el economista Juan Torres abandonó un espacio televisivo por el camino de los insultos de algunos periodistas hacia el momento y su presencia. Un periodista NUNCA debe llevar su odio particular hacia sus opiniones, pues se convierte en un animal irracional nada recomendable para ser escuchado. Sea de la ideología que sea.
Todos debemos poder opinar con libertad, pero también con responsabilidad. Los vendedores de humo y miedos deben saber que están vendiendo un futuro peor, que su trabajo no sigue los cánones que les enseñaron en las universidades, de explicar e informar, de opinar aportando y no destruyendo. El papel de los periodistas en la sociedad es fundamental, pero utilizarlo para fines bastardos es peligroso.