El número de empresas de todo tipo que no podrán pasar de este septiembre es muy alto y lo sabemos todos. Se acaba el periodo de paciencia y de entendimiento, y la pandemia se alarga en el tiempo tanto… que les resulta imposible a muchas empresas soportar con vida estos tiempos pues aunque los ERTE hayan supuesto un apoyo muy caro pero apoyo, además de los sueldos una empresa vive y muere por muchos otros motivos.
Los alquileres ya no se pueden soportar más en muchas empresas y (ojo) en muchas personas privadas, que han visto mermados sus ingresos en unos números muy altos y sin posibilidad de poder encontrar alternativa.
¿Quién puede optar a buscar un nuevo empleo dentro de un ERTE aunque su sueldo le haya bajado a la mitad?
Recordemos que hay un tope máximo de cobro con ERTE que en muchos casos supone una pérdida de ingresos muy alta.
Los parados por ERTE podrán cobrar un máximo de 1.100 euros brutos, sin hijos; 1.254, si tienen un hijo o 1.411, en caso de tener dos o más hijos. Aunque el 70% de su sueldo sea superior a estas cifras, nunca podrá recibir una cantidad mayor.
Los parados por ERTE podrán cobrar un máximo de 1.100 euros brutos, sin hijos; 1.254, si tienen un hijo o 1.411, en caso de tener dos o más hijos. Aunque el 70% de su sueldo sea superior a estas cifras, nunca podrá recibir una cantidad mayor.
Quien estuviera recibiendo sueldos superiores a los 1.800 euros que son muchos de los afectados por los ERTE pues las empresas han mandado a ellos a sus sueldos más altos, habrán visto bajar sus ingresos más de ese teórico 25% y además están pillados por una situación que parece eterna y de la que no pueden salir excepto perdiendo todo.
Alquileres, pensiones a los hijos en caso de separaciones y divorcios, consumo básico, pequeñas inversiones familiares se han tenido que paralizar. Y si bien esto es lógico y soportable en un país durante unos pocos meses, a partir de septiembre esos meses se convierten en un futuro sin aclarar.
Los autónomos tienen algunas salidas laterales, pero el comercio, las empresas pequeñas o las personas trabajadoras NO tienen nada fácil soportar por más tiempo esta situación. A veces el desempleo puede ser mejor opción pues les permite ponerse a buscar un nuevo empleo. En otros casos no, y lo admito.
Pero lo curioso de los ERTEs es que afectan mucho más a los trabajadores mayores, a los que más sueldo cobraban, pues no hay una manera de controlar eso. Hay empresas con un 25% de sus trabajadores en ERTE, elegidos por la empresa según el gasto que representan, y el resto haciendo horas extraordinarias gratis y con miedo.
Alquileres, pensiones a los hijos en caso de separaciones y divorcios, consumo básico, pequeñas inversiones familiares se han tenido que paralizar. Y si bien esto es lógico y soportable en un país durante unos pocos meses, a partir de septiembre esos meses se convierten en un futuro sin aclarar.
Los autónomos tienen algunas salidas laterales, pero el comercio, las empresas pequeñas o las personas trabajadoras NO tienen nada fácil soportar por más tiempo esta situación. A veces el desempleo puede ser mejor opción pues les permite ponerse a buscar un nuevo empleo. En otros casos no, y lo admito.
Pero lo curioso de los ERTEs es que afectan mucho más a los trabajadores mayores, a los que más sueldo cobraban, pues no hay una manera de controlar eso. Hay empresas con un 25% de sus trabajadores en ERTE, elegidos por la empresa según el gasto que representan, y el resto haciendo horas extraordinarias gratis y con miedo.
Estas personas NUNCA volverán a sus puestos de trabajo.
Y estas personas son en sí mismas micro empresas que compran, pagan, soportan deudas anteriores, etc. El empobrecimiento social de la España que nos viene está asegurado y por ello el populismo ascenderá y lo saben bien los que juegan a joder.
Los que no lo parecemos entender somos los que vivimos en las ideas de la izquierda, que no tenemos arrestos para tomar las medidas que el tiempo necesita.
Si no sabemos contar fallecidos, mal podemos diseñar una economía productiva adaptada al siglo XXI, mientras dedicamos como todos los años el mes de agosto a tener vacaciones. Parece la Guerra de Gila. Si todavía no hemos sido capaces de diseñar una Educación para tiempos de pandemia tras varios meses de parada técnica y vacaciones, mal podemos diseñar unas modificaciones contundentes del Sector Público.
Ayer me decían (con toda la razón de la lógica) que cuando hay oposiciones a médicos o enfermería hay miles y miles de opositores, de candidatos a esas pocas plazas. Pero ahora no es posible encontrar en las Bolsas de Trabajo a personas que se puedan contratar para médicos o enfermería.
Y desde el Gobierno o los Gobiernos nos dedicamos a constatarlo, a ponerlo como excusa, pero no a tomar las medidas que sean necesarias.
¿Cuántos funcionarios hay en estos meses que no trabajan nada de nada, que no están en ERTEs pero que tampoco se pueden utilizar en otras labores públicas en donde faltan trabajadores, por su propio sistema de contratación? No voy a nombrar a estos departamentos del Estado, nos los podemos imaginar o no. Pero hay miles sin hacer lo suficiente, mientras España se cae.
Leo todos los días las cuentas de gasto de las pensiones, de los parados, de los ERTE. Pero no leo nunca las cuentas de gastos de los miles de funcionarios que en estos meses no tienen trabajo pues en sus departamentos no hay nada que hacer.
Y se les manda a sus casa a descansar para que no se contagien de la pandemia. Rasquen un poco, pregunten y empezarán a conocer esto. ¿Cuántos Departamentos han quedado paralizados por el confinamiento y la pandemia? ¿Creen que son pocos?