Y si eso no somos capaces de cortarlo de raíz, nos encontraremos más pronto que tarde con un efecto contagio que ni a los propios taxistas de Málaga les va a parecer bien.
Podemos pensar que es una imbecilidad, pero por menos hemos metido a la cárcel a vascos en otros tiempos. Así que tengamos cuidado con dejar impunes ciertas sobradas violentas, pues luego nos quejamos cuando ya no hay remedio.
Podemos pensar que es una imbecilidad, pero por menos hemos metido a la cárcel a vascos en otros tiempos. Así que tengamos cuidado con dejar impunes ciertas sobradas violentas, pues luego nos quejamos cuando ya no hay remedio.