Creo que Leticia Dolera ha crecido mucho en los últimos años como artista multidisciplinar lo que augura muchas posibilidades de futuro, incluida la de ver su capítulo de “En Casa” en HBO para ver qué es capaz de hacer con un móvil, un tiempo de confinamiento y una historia escrita por ella misma en muy poco tiempo.
El Arte se ve en más profundidad cuando es obligado, torturado un poco por las circunstancia. No es mejor, pero posiblemente sea más natural, más personal.
La generación española de artistas entre los 40 y los 50 y tantos se está atascando sin haber dominado el mundo de la Cultura, hay excepciones. Tienen que entrar a saco los menores de 40 pues tiene hueco y lo saben. Lo que no quiere decir que toda valga ni que sea sencillo. Ni que no se den prisa pues los 40 llegan en un plis plas.
Pero voy a volver a sus palabras. Pobreza. Clasismo. Racismo. Violencia machista. Cuatro asuntos de este siglo XXI, que ya vienen de lejos y vienen sin resolver. Que podemos ordenar como queramos, que tenemos que repartir como cada artista pueda y sepa major defender, pero que son pilares de una sociedad más justa, es decir simplemente más humana.
El futuro de la Cultura puede ser el humor, las artes plásticas, las escénicas, la música o la literatura. Daría igual. Lo seguro que el futuro es hablar de lo que nos preocupa, meter el dedo en la llaga para que no se cierre en falso.
Y el futuro es que los menores de 40 años tomen las riendas sociales que no han sabido resolver los mayores. Primero porque les pertenece la esta sociedad herida, pero además porque necesitamos nuevas ideas, nuevos planteamientos, diferentes acuerdos para distintos puntos de vista.
Nota.: La imagen que ilustra la entrada es del fotógrafo Bernardo Doral a la que le he ampliado un poco el fondo para encajar en el espacio.
La generación española de artistas entre los 40 y los 50 y tantos se está atascando sin haber dominado el mundo de la Cultura, hay excepciones. Tienen que entrar a saco los menores de 40 pues tiene hueco y lo saben. Lo que no quiere decir que toda valga ni que sea sencillo. Ni que no se den prisa pues los 40 llegan en un plis plas.
Pero voy a volver a sus palabras. Pobreza. Clasismo. Racismo. Violencia machista. Cuatro asuntos de este siglo XXI, que ya vienen de lejos y vienen sin resolver. Que podemos ordenar como queramos, que tenemos que repartir como cada artista pueda y sepa major defender, pero que son pilares de una sociedad más justa, es decir simplemente más humana.
El futuro de la Cultura puede ser el humor, las artes plásticas, las escénicas, la música o la literatura. Daría igual. Lo seguro que el futuro es hablar de lo que nos preocupa, meter el dedo en la llaga para que no se cierre en falso.
Y el futuro es que los menores de 40 años tomen las riendas sociales que no han sabido resolver los mayores. Primero porque les pertenece la esta sociedad herida, pero además porque necesitamos nuevas ideas, nuevos planteamientos, diferentes acuerdos para distintos puntos de vista.
Nota.: La imagen que ilustra la entrada es del fotógrafo Bernardo Doral a la que le he ampliado un poco el fondo para encajar en el espacio.