Diría mejor que hay que tener mucho cuidado con los tontos, pero no quiero llamar así a los que no están suficientemente informados. Las cifra de personas que se salvan todos los años de morir por haberse puesto vacunas es millonaria. El paludismo o la malaria lleva décadas buscando una vacuna y no se encuentra, para salvar todos los años al menos medio millón de niños menores de 5 años en África.
Las vacunas no curan, evitan. Y evitan sobre todo la propagación hacia otras personas. Cada uno se la puede jugar en la vida a la carta que él quiera. Otra cosa es jugársela con los niños o simplemente servir de tonto de contagio hacia otras personas.
Si la vacuna es mala, es antinatural, también lo es las transfusiones de sangre, tomar química en forma de pastillas, volar en aviones e incluso llamar por teléfono con esas cosas que llevamos en el bolsillo. Lo digo para que tomen nota los que están en contra de las vacunas, como moda pasajera.
La viñeta (fabulosa) es del Super Maño: Calvo, publicada hoy en Heraldo de Aragón.