1.2.20

No sabemos bien donde está la salida buena, cuando ya estamos despistados

En el pueblo de mi padre, por la Soria fría y vacía habían desaparecidos dos personas mayores. Ayer las encontraros a las dos. Una mochuelo y la otra despistada. Son dos dramas complejos de imaginar. La distancia entre terminar mochuelo o alelado no es tanta. Unos fríos de más o de menos y se te hiela el corazón y las ideas. 

¿Cómo se muere estando en el campo alejado de una cama o de una simple silla? ¿Dónde se habita la vida o la muerte cuando llevas varios días desaparecido y sin comer ni soñar? ¿Encima de un árbol seco como los mochuelos en invierno? 

Lo curioso es que en ambos casos la vida o la muerte les ha llegado no muy alejados de su casa, a pocos kilómetros andados en busca de la salida. 

Lo que no sabemos bien es si al final la salida la logró el que se quedó mochuelo o el que encontraron ido y despistado. 

¿A quién le espera un futuro peor, si es que se puede llamar futuro a la nada?