Leía hace un rato de Voltaire recordarnos que: “Quien no tiene las virtudes de las épocas vitales que vive, tendrá que cargar sólo con sus defectos”.
Se refería a la edad de cada uno, y en la madurez o incluso en la adulta madurez tenemos algunos conceptos más desarrollados que otros, lo que nos convierte en diferentes.
Las Personas Mayores abrazamos más la calma, el control o dominio del tiempo, tal vez el relativismo y el sentido común, la puesta en valor de lo que no tiene precio, las relaciones simples y fáciles, la pacificación de lo que se escucha tras haber admitido que nada sirve si se logra con violencia de cualquier tamaño.
Ayer también me enteraba de que a los que odian a los viejos les llaman “edadistas” lo cual está bien. La edad es un simple adjetivo, si acaso una mochila, pero admito que ahora hay que estar guapo y con cara de joven aunque tengas 90 años.
En ese viaje a Cataluña tuvimos una conversación larga e intensa con una “señora” de 85 años, maravillosa y llena de frases pasadas de moda. Pero eran verdades como puños pues excepto en la tecnología, hemos movido muy poco el carro del pensamiento en los últimos veinte siglos.
Leer a los clásicos es aprender un poco para seguir siendo joven. Tengas los años que tengas.