Vuelve (quiere volver) el tocadiscos de verdad con calidad, e incluso hay algunos locos que seguimos diciendo que los cables de verdad son gruesos y con terminaciones de chapado en oro.
La vida sin música es menos vida, y lo saben los que nos quieren vender “cosas” poniendo músicas a gusto del producto. El día que los políticos entendamos que los productos se venden mejor con música igual ponemos sonido elegido a nuestras movidas. Música comunista, música bolivariana, música fascista o música neoliberal.
Nunca es demasiado tarde para poner música en la vida, en el año, en la memoria. Posiblemente porque la música también sea memoria, sea sensación de seguir vivos y coleando buscando que no se pierda la esencial.
¿Ponemos música en este 2020? Cualquiera, con tal de que sea música. la tuya, la mía y la de todos.
¿Y para que haya música es necesario que haya músicos? Pues sí. Y lo curioso es que tras grandes bacanales, ahora toca ayudarles en algunos casos a que puedan vivir de su trabajo. Curiosa cosa esta la de los años que pasan y mueven entrañas del sistema económico.