Vuelve con el Año Nuevo otro clásico desgraciado, otra forma de tenernos entretenidos a los occidentales mientras matamos al resto de civiles que se acerquen al mundo conflictivo. Parece que EEUU e Irán vuelven a estar MUY cabreados, tanto que en cualquier momento podría estallar un nuevo conflicto.
Hay que suponer por lógica estratégica que Irán no se va a quedar callado y quieto tras el asesinato de su general más emblemático. Responderá con dureza (si puede) para mantener su respeto en la zona, su poder de presencia respetado.
Y hay que dejar que lo puede hacer, siendo esto una barbaridad, pues de no poderlo hacer lo intentará con más contundencia. Habrá que buscar las formas para que Irán pueda vengarse, pero que su venganza pareciendo muy contundente sea lo menor posible. Hay responsables de esta escalada, pero dicen algunos que el número de tontos es infinito y algunos incluso mandan.