11.1.20

Estoy hablando de política aragonesa. Y me duele

Ser irrespetuoso con otras personas es una enfermedad de moda. Y la utilizan todo tipo de personas. Sean de izquierdas o de derechas, legos o presuntamente listos pero nada inteligentes. El mundo de las emociones es tremendo y sin duda hay escuelas donde enseñan a perderlas, a no respetarlas. La inteligencia emocional tiene un valor muy diferente según quien la vea y desde dónde se observe.

Hoy ya casi convencido de iniciar una nueva etapa como voluntario en un espacio de reflexión y estudio, en una Fundación de importancia, yo… he tenido que dar un giro total a mis decisiones tras detectar una falta de respeto hacia el trabajo de otras personas, que yo ya con mi edad no estoy dispuesto a consentir. 

Y lo mejor para no consentirlo es no participar, no dar aliento. Aunque con eso se pueda perder un trabajo voluntario muy interesante en el que creo.

Dicen que a veces retirarse a tiempo es una victoria. Otras veces he escuchado que el respeto a las formas es tan importante como el respeto a los fondos. Y algunos incluso me han dicho que la intuición es una habilidad a la que hay que escuchar más a menudo.

Respeto, intuición de que se han perdido definitivamente las formas, y retirada a los cuarteles de invierno con niebla. A veces incluso vuelve a salir el sol y llegamos a creernos que ya ha vuelto el buen tiempo. Pero no siempre es así.

Cuando los edificios son de cartón como los de la imagen, a poco que llueva se deshacen  Y a veces incluso sin llover.