Todos queremos retrasar el envejecimiento, incluidos los más jóvenes. En teoría vivir más es vivir mejor aunque esto es falso, pero al menos intentamos morir muy tarde sobre todo porque nos gustaría envejecer más tarde y mantenernos bien de salud física y mental.
Esto no es nada sencillo, sobre todo porque nos empeñamos en NO QUERER hacerlo. Aunque sepamos algunas pautas básicas.
Sabemos algunas normas muy básicas para envejecer mejor y tal vez incluso más tarde, pero aun conociéndolas nos las saltamos, las olvidamos.
Menos azúcares, menos alcohol, menos grasas, menos comida, sangre más limpia. E incluso menos sol potente y piel mejor hidratada.
Mas ejercicio preparado para las personas mayores como andar rápido, natación en algunos casos, ejercicio de equilibrio, de espalda, aeróbicos, bailar. Y tal vez incluso ejercitar la conservación de los músculos y ejercicios de memoria.
Reducción del estrés a la mínima expresión posible según el tipo de vida. Reírse más. Escribir o leer lo que te pida el alma. Escuchar música, acudir al teatro o exposiciones. Más radio mientras andas y menos televisión mientras estás en el sofá.
Más sexo solo o en compañía. Mejor lo segundo…, paro a falta de uno bueno es el otro. Tener amistades en positivo.
Algo de metformina, otro poco de aspirina, vitamina B12 y alguna naranja o cítrico, ir bien al baño, dormir mejor, higiene bucal, controlar el colesterol. Más frutos secos, más legumbres, más verdura y fruta fresca. Más agua o líquidos para estar mejor hidratado. Más té verde, aceite de oliva, verduras verdes, cítricos, aceitunas y en muchos casos encurtidos. Menos carnes, sobre todo rojas.
Ayuno parcial en las cenas e incluso un pequeño paseo tras ellas para respirar algo de aire nuevo. Y si fuera necesario, perder peso.
Más participación activa en actividades de comunidad, como voluntario social o como participante de ocio y diversión.