Los mayores de 60 años hemos estado más de una década dejando que los jóvenes de 40 y 50 años ocupen sus localidades sociales, e intenten —como hicimos nosotros en los años 70 y 80 del siglo XX— tomar en España las riendas de su sociedad, de aquella que les corresponde gestionar por edad. Deberían, son los responsables de la sociedad que dejarán a sus hijos, a nuestros nietos.
Pero están saliendo muy flojos, incapaces, mareantes incluso, sosos y aburridos, tacticistas para nada, poco preparados para la negociación y para ver los árboles entre el bosque.
No están superando el examen de Primero de Gestión de España.
Así que tal vez, no sé, los abuelos de hoy, los mayores de 60, tengamos que volver a tomar las riendas de España a base de echar a los jóvenes cincuentones a gorrazos, más que nada para intentar salvar lo poco que va quedando de una democracia compleja y débil… y para entregársela a nuestros nietos.