Cuando la izquierda llega al poder en todos los países le entra el miedo del cobarde y se pone a realizar políticas conservadoras. Por desgracias esto es así en casi todos los casos y el resultado tras esto siempre es el mismo. Desafección, decaimiento social, hastío, y vuelta al poder de los conservadores con más alegría y el camino limpio de polvo y paja.
La izquierda debería aprender algún día que si alcanza el poder en cualquier país es por dos motivos. Porque hay serios problemas sociales que afectan a sus capas más débiles y que hay que hacer políticas de izquierdas desde la osadía.
Los poderes escondidos, los que nunca se presentan a las elecciones en las listas de los conservadores o liberales, saben que cuando gobiernan las izquierdas hay que realizar un trabajo fino de relojería social para convencer que es mucho mejor poco a poco, y que hay cosas que “ahora no tocan” y que lo inteligentes es dejarlas para después.
Ese después nunca llega y las izquierdas caemos en la trampa del pragmatismo de infantil. En Grecia y en todos los países en los que sucede esto, veremos ahora políticas que parecerán inteligentes, incluso sociales, pues las derechas si algo saben es que además de lograr el poder hay que mantenerlo.
Pero los grandes beneficiados serán los de siempre, y los perjudicados pro contentos serán también los de siempre. Por eso se les llama conservadores. porque quieren y saben conservar lo de siempre.