27.6.19

España está perdiendo calidad democrática. Y lo sabemos

Uno debe tener siempre la ventaja de no estar de acuerdo con todo lo que dice o escribe Juan Carlos Monedero. Es una garantía de libertad, pues estar siempre de acuerdo con algo puede ser peligroso para los sesos. Pero lleva unos días sembrado y hoy con su artículo “¿Mierda de democracia española?” le doy la razón con toda la rabia del mundo. La tiene, pero me gustaría que no la tuviera.

Nuestro nivel de asco, de emponzoñamiento en la política, de engaños públicos, de dobles verdades y triples mentiras, cada vez nos afectan menos pues nos vamos acostumbrando. Y en ese camino, poco a poco, nos vamos distanciando de la Europa válida. 


¿Que qué es la Europa válida?

Pues la que trabaja mucho, la que cree en sí misma, la que confía en los que decide que sean sus gestores, los que concilian bien entre trabajo y familia, los que las clases sociales existen pero no son tan distintas como en España. 

Existen varias Europa y efectivamente en ella hay países como España o incluso peores. Pero mucho cuidado con estas separaciones, pues lo curioso es que algunos se van separando de los otros… incluso siendo vecinos muy cercanos. 

No todos los territorios, no todas las sociedades europeas se mueven a la vez, algunas se mueven mejor. Y se nota, incluso nada más pasar la frontera.

Os voy a poner un ejemplo de dos países vecinos, muy vecinos, que ahora van ambos por libre y donde ya se notan claramente las diferencias de todo tipo. Eslovenia y Croacia

La diferencia se nota en cosas tan simples como en el tratamiento de la agricultura, en el nivel de vida, en sus ciudades y sus calles, en sus gentes y su cultura, en su moneda. Aprendamos de los experimentos en cabeza ajena.