1/ Una izquierda MÁS unida
2/ Una izquierda más contundente, siempre sin violencia
3/ Una izquierda menos funcionarial y más trabajadora
4/ Una izquierda que anteponga la Lucha de Clases a la Lucha de Diferentes
5/ Una izquierda más reflexiva utilizando las mismas herramientas que la derecha
6/ Una izquierda que pelea contra las desigualdades sociales
7/ Una izquierda que sepa y asuma que los enemigos reales están siempre escondidos
8/ Una izquierda que ponga en su valor tanto la Educación como la Cultura, públicas y gratuitas
9/ Una izquierda a la que no le tiemble el pulso de decir que hay que subir los impuestos
10/ Una izquierda más horizontal a la vez que mucho más organizada
11/ Una izquierda sindical de verdad, que mime a los débiles del mundo laboral
12/ Una izquierda que sepa qué sucede en el mundo cuando no hay izquierda
13/ Una izquierda que gestione el nunca hay que decir: “…se gobernará para todos…”
14/ Una izquierda que abrace la globalización POSITIVA pues de la negativo no nos libra nadie
15/ Una izquierda que admita la respuestas complejas a los problemas complejos
16/ Una izquierda que entienda de economía productiva, pues hay economías de izquierda
17/ Una izquierda LIBRE, reflexiva, alternativa, cambiante, abierta, exigente
18/ Una izquierda que explique muy bien que el planeta actual es insostenible
19/ Una izquierda que sepa explicar que la vida debe ser girar alrededor de las personas
20/ Una izquierda que abra puertas, y que plante cara a los que las quieran cerrar
Podrían salir cien detalles más, se podría modificar alguno, habría que sentarse en una gran mesa de donde no se podrían levantar hasta llegar a un acuerdo abierto, nos tendríamos que sentar millones de progresistas de todo el planeta para reflexionar y añadir, para ponernos a trabajar.
Sin un programa claramente especificado de metas y objetivos no sirve de nada teorizar sobre lo que es necesario o no. Lo curioso es que las fuerzas conservadoras —las que han logrado que ya nunca más se hable de Lucha de Clases pues suena a violento cuando esto es falso, pues es uno más de los proyectos teóricos de las fuerzas de izquierda— tienen claramente marcado y escrita su propia lista de objetivos. Son muy poco y muy claros.
Simplemente quieren ganar más dinero, pero para muy pocas personas. Luego pueden teorizar sobre el cómo, el cuándo, el para quién o el para qué. Pero las metas están claramente delimitadas desde hace más de un siglo.